SITUACIÓN SANITARIA DE LA ZONA BALNEARIA DE LA CIUDAD DE MAR DEL PLATA, ARGENTINA.
1 Trabajo presentado en el 1º Congreso Internacional sobre Gestión y Tratamiento Integral del Agua. Abril, 2006. Córdoba - Argentina
Resumen
La contaminación en áreas marinas
costeras utilizadas con fines recreativos, por
vertidos pluviales y cloacales constituye un grave
problema que debe solucionarse. La ciudad de
Mar del Plata, no escapa a esta problemática. El
deterioro microbiológico de sus playas es
ocasionado fundamentalmente por los vertidos
pluviales y cloacales presentes sobre estas
zonas. Algunos arroyos (El Barco y Las Chacras)
y pluviales (Constitución) presentan cargas
bacterianas periódicas semejantes a la descarga
cloacal (108 CT/100 ml). A pesar de no contar
con legislación propia para regular las
condiciones de balneabilidad, la mayoría de las
playas no son aptas para el uso recreacional de
acuerdo a normativas internacionales. Este
trabajo analiza de forma integral la zona costera
de la ciudad de Mar del Plata para tener un
visión clara y de base sobre la situación sanitaria
de sus costas para uso recreativo.
Palabras claves: arroyos, contacto primario,
coliformes, contaminación, legislación, playas.
Abstract
The contamination of coastal marine
areas used for recreational purposes constitutes
a serious problem that should be solved. Mar del
Plata city does not escape to this problem. The
microbiological deterioration of its beaches is
mainly caused by pluvial outfalls and waste
water discharges occurring closed to them.
Some creeks (El Barco and Las Chacras) and
pluvial outfalls (Constitución) show periodical
bacteria concentrations similar to those of waste
water discharges (108 TC/100 ml). Most of the
beaches are inappropriate for recreational uses,
according to international regulations. The
present work includes an integrated analysis of
the coastal area of Mar del Plata city in order to
have the baseline on the sanitary situation of its
costs for recreational water purposes.
Key words: creek discharges, primary contact,
coliforms, contamination, regulation, beaches.
Introducción
La contaminación de las zonas costeras
representa en la actualidad un grave problema
ambiental ya que ocasiona daños económicos,
turísticos y disminuye su calidad sanitaria [1]. En
su mayoría, los desechos que se producen en la
tierra, especialmente por el desarrollo humano,
son vertidos al medio acuático más cercano, en
este caso el mar. Dado que la ciudad de Mar del
Plata presenta una economía tradicionalmente
orientada al turismo, se ha cuestionado el efecto
de todos los desechos arrastrados al mar por
distintas vías, sobre la estética de las playas, la
aptitud para el uso recreacional, la influencia
directa sobre el aumento de enfermedades, y
también sobre la incidencia en la calidad
microbiológica de los productos obtenidos del
mar. Una variedad de trabajos revelan el
elevado riesgo sanitario relacionado al uso de
aguas contaminadas con fines recreativos [2,3]
o para el cultivo de crustáceos [4], así como la
importancia de la Familia Enterobacteriaceae en
la colonización de la fauna presente marinoestuarial
[5,6,7]. Debido a que las bacterias
entéricas no están adaptadas a ambientes
acuáticos, son afectadas por diferentes factores
cuando ingresan a estos ecosistemas, y su
decaimiento o desaparición está determinado
por: la competencia bacteriana, la predación,
temperatura, concentración de nutrientes [8],
luz solar [9,10,11] y salinidad [2,4,12,13]. La
supervivencia de coliformes termotolerantes y
Escherichia coli en el mar varía de acuerdo a las
características locales de los parámetros físicoquímicos,
biológicos, geológicos e hidrológicos
[14,15].
Para conocer la situación sanitaria de las
aguas costeras marplatenses y determinar los
factores que las puedan estar afectando, fue
necesario evaluar las características morfológicas
de la costa (dinámica de mareas, patrón de olas,
presencia o no de escolleras, forma de las
escolleras), los parámetros físico-químicos
(turbidez, pH, salinidad, OD, temperatura) y
microbiológicos (coliformes totales -CT- y
termotolerantes -CTt-, E. coli, Estreptococos
fecales -EF-, bacterias aeróbias mesófilas) tanto
del mar como de sus principales aportes de
aguas dulces: desagües pluviales, arroyos y
aguas cloacales de la Planta de Tratamiento de
Efluentes ubicada en Camet. El desarrollo de un
estudio integral de la zona permitió definir con
más precisión las características de la
problemática.
Area de estudio
La ciudad de Mar del Plata (38º S, 57º
44’ W) perteneciente al Partido de Gral.
Pueyrredón, presenta playas ubicadas entre
salientes rocosas con diferente orientación al
ataque de las olas y por lo tanto diferente
dinámica (figura 1). La costa marplatense se
enfrenta a dos problemas naturales cuya
solución conlleva a un deterioro de la zona
costera:
1) Por un lado, la erosión costera obligó a la
construcción de espigones utilizando la deriva
litoral de S a N de la arena, pero al mismo
tiempo causó la reducción en la capacidad de
renovación de las aguas.
2) El paisaje original de Mar del Plata, llevó a
que diferentes cuencas pluviales drenaran las
ocasionales lluvias hacia las playas, y debido a
deficiencias en la capacidad de drenaje, se
debió ampliar la red, aumentando así el área
de drenaje, y por lo tanto el caudal de las
áreas naturales a lo que se les suma la
presencia de conexiones cloacales
clandestinas.
De acuerdo a la figura 1, durante los años
1997 - 2001, fueron realizados estudios de
evaluación de calidad microbiológica en nueve
playas, un desagüe pluvial, siete arroyos
(urbanos y rurales) y en la descarga cloacal de
la Planta de Pretratamiento (Camet).
La ciudad presenta un sistema cloacal
constituido por cuatro colectores máximos que
conducen los líquidos domiciliarios e industriales
residuales hacia la Planta de Pretratamiento de
Camet, desde donde, hasta el momento vierten
los fluidos filtrados directamente al mar. Está
propuesto desde 1984 la construcción de un
emisario submarino que vierta los líquidos
residuales a 3300 m de la línea de costa. A pesar
de los esfuerzos realizados para abastecer a
toda la población con el servicio de cloacas, aún
existen usuarios que vierten sus desechos
cloacales y/o industriales clandestinamente en
los desagües pluviales.
El sistema de desagües pluviales
consiste en una serie de 14 cuencas cuyos
aportes son vertidos al mar desde Parque Camet
(Arroyo La Tapera) hasta el Puerto (Proyección
calle 1004) en el sur. Los caudales de las
cuencas no son fáciles de establecer, porque
varían de acuerdo a los períodos de lluvia y la
cantidad de residentes de la ciudad (figura 1).
Figura 1. Estaciones de muestreo evaluadas.
Las playas de Mar del Plata, según su orientación, disponibilidad de arena, pendiente,
condiciones geológicas de la costa y hasta por
sus alteraciones antrópicas, poseen
características contrastantes. En pocos
kilómetros pueden reconocerse playas de perfil
erosivo (o reflectivas como playa Grande) a
acumulativas (o disipativas como el Balneario
Punta Mogotes) [16]. La erosión en las playas de
Gral. Pueyrredón ha sido solucionada
temporalmente por la construcción de nuevos
espigones o prolongaciones de los ya existentes.
Isla (1991) alertaba sobre la ineficacia de la
prolongación o curvatura de espigones rectos
para reportar mayor cantidad de arena y menos
aún sobre la calidad sanitaria de la playa [16].
Por lo general las playas presentan arena que va
desde una granulometría fina a media.
Condiciones de las playas
En la evaluación de los parámetros
físicos y químicos de la columna de agua de las
playas analizadas, se observó una variabilidad
uniforme anual en los valores, especialmente
para la temperatura (8,9 a 23º C) y el pH (7,82
– 9,06). El parámetro de mayor variación fue la
turbidez, asociado directamente a las
condiciones del mar (oleaje), y manifestó una
relación casi directa con los recuentos de CTt.
Frecuentemente, el incremento de la turbidez en
los cuerpos de agua, es asociado con un
incremento de la contaminación bacteriana
debido a que pequeñas partículas pueden ser
vehículos de bacterias entéricas [17]. No pudo
demostrarse que los recuentos de coliformes
estuvieran influenciados por las precipitaciones,
pero en algunos muestreos fueron asociados a
variaciones de pH y temperatura del agua. Las
precipitaciones cumplen un rol importante, dado
que se encuentran asociadas directamente al
aporte de contaminantes a la zona costera por
parte de los desagües pluviales que vuelcan sus
aguas sobre las playas.
Las variaciones en los recuentos
bacterianos obtenidos durante los ensayos
mensuales (una muestra por mes durante 1
año), diarios (1 muestra por día durante 1 mes)
y horarios (8 muestras obtenidas durante el día),
coinciden con lo expresado por Brenniman et al.
[18], quienes mencionaron que los niveles
bacterianos pueden fluctuar considerablemente
durante un simple día o pueden variar entre
muestras provenientes del mismo sitio o de
sitios cercanos. No se observó relación
significativa entre los recuentos de coliformes
(CT y CTt) y los parámetros físicos y químicos
evaluados, lo cual coincide con trabajos
realizados en aguas salobres [19]. Esta falta de
correlación con las variables ambientales, indica
que la concentración de coliformes puede
obedecer a aportes variables de contaminantes
provenientes de aguas cloacales, arroyos y/o
pluviales que se vierten a la zona costera o a
causas que escapan a este estudio.
De acuerdo a los resultados obtenidos,
las playas incrementan su carga bacteriana en el
verano (diciembre-febrero), posiblemente
asociado a la presencia de un mayor número de
turistas en la ciudad. En las seis playas
analizadas de la ciudad de Mar del Plata, los
recuentos de verano superaron en más de 10
veces a los de invierno.
Se pudo observar una relación
importante entre la carga bacteriana (CT, CTt y
EF), y la cercanía de las playas a fuentes
puntuales de contaminación. Los recuentos
bacterianos van incrementando gradualmente
desde las playas del sur (Punta Cantera) hacia
las del norte (Violeta) (figura 2). Las playas más
contaminadas se encuentran influenciadas por
una o más fuentes de vertidos naturales o
artificiales. Por ejemplo, la playa de Punta
Cantera (media geométrica 31,11 CTt/100ml) no
presenta aportes contaminantes conocidos,
mientras que la playa Violeta (media geométrica
8083,09 CTt/100 ml) se encuentra afectada por
efluentes cloacales y del Arroyo La Tapera. Sólo
se interrumpe la secuencia del incremento
bacteriano en la playa de Constitución, donde
los niveles son inferiores a los de la playa del
Paseo A. Dávila. Esto podría estar relacionado, al
diferente volumen aportado por el desagüe que
drena cada playa. El pluvial de Constitución,
presenta pequeño caudal (en períodos sin
lluvias), principalmente de origen urbano, en
comparación con los Arroyos Las Chacras y
Punta Iglesia que drenan en la playa Paseo A.
Dávila, vertiendo volúmenes mayores,
extraordinarios, en épocas de lluvias.
Figura 2. Media geométrica anual de CT y CTt en las seis
playas.
En nuestra costa, los valores aportados
por pluviales y arroyos promediaron los 105 CT y
CTt por 100 ml de agua, llegando a valores de
108 CT/100 ml (Las Chacras y El Barco). Estos
valores no deben desestimarse, ya que el
desagüe cloacal promedia concentraciones de
108 CT/100 ml [20]. En ocasiones, el aporte de
estos desagües se subestima, por su escaso
caudal y baja contribución al mar con relación a
1,0E+00
1,0E+01
1,0E+02
1,0E+03
1,0E+04
1,0E+05
Violeta
Constitución
Paseo A.
Dávila
Varese
Náutico
Punta
Cantera
Media geométrica
CT CTt
la Planta de Tratamiento Cloacal, pero estos
pueden ser altamente peligrosos desde el punto
de vista sanitario para las personas que puedan
tener un contacto directo con ellos.
En la ciudad de Mar del Plata, se calcula
que los vertidos cloacales de la Planta de Camet,
promedian los 107 - 108 CT/100 ml de acuerdo a
datos obtenidos en 1997, como parte de este
trabajo. La pluma cloacal flota en el mar
(densidad < 1 g/ml), y puede ser observada a
simple vista. Isla et al. [15] a través de vuelos
en la zona de Camet, pudieron constatar que la
pluma en muchos casos era atrapada en el
sistema litoral (rompiente – orilla), tanto hacia el
S como hacia el N.
El Club Náutico, dentro del Puerto,
presentó bajos niveles de contaminación
bacteriana, aunque se suele asociar a un Puerto
“contaminado”, con playas aledañas también
contaminadas. Por lo tanto, se podría suponer
que la fuente más importante de contaminación
del Puerto de Mar del Plata, sea de origen
químico, acompañada de bacterias capaces de
metabolizar esas sustancias.
Como se mencionara anteriormente,
otro de los factores que influye sobre el grado
de la contaminación costera, íntimamente
asociado a los vertidos, lo constituyen las
defensas costeras, existiendo una relación
inversa entre el grado de defensa y la calidad
sanitaria de las aguas [15]. Si el agua de mar no
pudiera purificar naturalmente los vertidos, ya
sea por falta de renovación de esas aguas, o por
un efecto acumulativo de la contaminación, las
aguas dejarían de ser aptas para el baño [21].
En Mar del Plata, durante años se han propuesto
y construido obras duras de retención de arena
(espigones) al tiempo que Obras Sanitarias
Sociedad del Estado (OSSE) ampliaba las
cuencas pluviales a esos mismos sectores de
costa. La supuesta recuperación de playas para
el turismo basándose en espigones soslayó la
garantía de una calidad sanitaria adecuada para
las actividades recreacionales. La ampliación de
la red pluvial permitió un rápido escurrimiento
del agua dentro de la ciudad, pero provocó un
incremento en los aportes contaminantes a las
playas.
En la playa Las Toscas, así como para el
resto de las playas analizadas, la mayor carga
bacteriana se presenta en el verano, pero en
ésta, el muestreo diario demostró un incremento
en los recuentos de CT y CTt, especialmente
durante los fines de semana, y en horarios picos
como las 15 horas (figura 3). Los recuentos más
bajos se midieron generalmente entre los días
martes a jueves, seguramente vinculado al
descenso en el número de bañistas, el cual se
incrementa hacia los fines de semana. La
contaminación de las playas representa un grave
riesgo de enfermedades para los bañistas,
especialmente las gastroenteritis, que han sido
relacionadas directamente con la contaminación
del agua recreacional por fuentes puntuales de
contaminación y con el tiempo de exposición que
el bañista tiene con el agua [22,23]. Calderón et
al. [24] intentaron establecer el efecto de
fuentes no puntuales de contaminación
(desechos de animales salvajes) sobre los
bañistas, pero no obtuvieron asociación entre la
alta densidad de bacterias indicadoras y las
enfermedades gastrointestinales. Solamente
pudieron asociar las enfermedades de los
bañistas a los días en los cuales ellos mismos
aumentaban su densidad en las playas. En la
ciudad de Mar del Plata, sería necesario realizar
estudios epidemiológicos que demuestren la
influencia de la contaminación marina costera
sobre las enfermedades que puedan provocar en
los bañistas.
En la mayoría de los ensayos realizados
los recuentos de CT estuvieron correlacionados
significativamente con los CTt ( r = 0,94),
demostrando que la mayoría de los coliformes
presentes en el agua marina costera posee un
origen fecal. La bacteria de mayor importancia
dentro de los CTt es E. coli. La mayor frecuencia
de recuperación de E. coli correspondió a la
playa de menor recuento de coliformes, el Club
Náutico (39/71cepas = 0,55), seguida por Punta
Cantera (23/53 cepas = 0,43), Paseo A. Dávila
(18/69 cepas = 0,26), Varese (14/59 cepas =
0,25), Constitución (14/59 cepas = 0,24) y por
último Violeta (14/64 cepas = 0,22). De acuerdo
a esto, la recuperación de E. coli fue menor en
aguas con elevados recuentos de CTt y mayor
en aquellas de bajo nivel de contaminación. Se
puede establecer un orden de probabilidad de
aislamiento exactamente inverso al orden
determinado para el grado de contaminación por
CTt, es decir, la contaminación aumenta de sur a
norte y la probabilidad de recuperar E. coli
aumenta de norte a sur. Se esperaría que la
recuperación aumentara en los casos donde los
recuentos de CTt fueran elevados. Estos
resultados coinciden con lo observado por
Zamora et al. [25] en aguas de pozo del Barrio
Gral. Belgrano y corrobora lo enunciado por
Polverino [26], quién demostró la competencia
bacteriana entre grupos de la misma familia
bacteriana. Esto demuestra que la permanencia
de E. coli en el medio acuático se encuentra
influenciada por diversos factores, que abarcan
desde factores físicos y químicos hasta
competencia entre géneros de la misma Familia.
1,0E+00
1,0E+01
1,0E+02
1,0E+03
1,0E+04
1,0E+05
25/01/99
27/01/99
29/01/99
31/01/99
02/02/99
04/02/99
06/02/99
08/02/99
10/02/99
12/02/99
14/02/99
16/02/99
18/02/99
20/02/99
22/02/99
NMP Coliformes/100 ml
CT CTt media móvil (CTt) media móvil (CT)
S D
S D S D
S D
Figura 3. Variación diaria de CT y CTt obtenidos de la columna de agua de la playa Las Toscas. S: sábado, D: domingo.
En general, los recuentos de EF fueron
inferiores a los de CTt en las playas, pero ambos
indicadores permitieron establecer bajo la
relación CTt/EF, el origen de la contaminación
de acuerdo a la interpretaron propuesta por
Geldreich y Kenner [27]. Basándose en esto, las
playas presentan un predominio de
contaminación de origen humano (CTt/EF > 4).
Esto resulta peligroso, ya que implica un mayor
riesgo de enfermedad para las personas que
hacen uso del agua. En general, es menos
frecuente, la asociación de enfermedades
humanas transmitidas por animales.
Aspecto normativo de la calidad sanitaria
de las playas con fines recreacionales
La falta de legislación en Argentina
referida a los criterios de balneabilidad que se
deben adoptar en las zonas marinas costeras
con fines recreacionales, obliga a utilizar criterios
internacionales. Estos criterios, generalmente,
no se adecuan a las situaciones locales o
regionales, como son: la estructura de las
playas, dinámica marina, situación
epidemiológica, entre otras. A pesar de ello y
con el objeto de establecer un estado de la
situación de las playas de Mar del Plata, fueron
utilizados algunos criterios internacionales.
Basándose en ellos, las playas Violeta,
Constitución y Paseo A. Dávila, no son aptas
para fines recreacionales de acuerdo a los
criterios de la OMS (50% muestras debe
contener <100 CTt/100 ml y el 90% <1000
CTt/100 ml) y la CE (el 80% <100 CTt/100 ml y
el 95% <2000 CTt/100ml). En cambio, las
playas Varese, Club Náutico y Punta Cantera,
son aptas para su utilización de acuerdo al
criterio de la OMS, pero no para la CE. Por su
parte, la playa Las Toscas (234 CTt/100 ml),
tampoco logró cumplir con los criterios de la
OMS, CE y USEPA (<200 CTt/100 ml en al
menos 5 muestras obtenidas periódicamente
durante un total de 30 días).
La Resolución de AGOSBA
(Administración General de Obras Sanitarias de
Buenos Aires) Nº 389/98, resolvió aprobar la
reglamentación que establece normas de calidad
de los vertidos de los efluentes líquidos
residuales y/o industriales a los distintos cuerpos
receptores de la provincia de Buenos Aires. Las
descargas a mar abierto deben contener siempre
menos de 20.000 CTt/100 ml en caso de drenar
a menos de 500 m de playas destinadas al uso
recreacional. Si consideramos a los desagües
pluviales y arroyos analizados durante este
trabajo como desechos industriales que se
vierten al mar, estos deberían cumplir con este
requisito. De los 8 sitios analizados (pluvial y
arroyo) sólo el Arroyo Las Brusquitas estaría en
condiciones de cumplir durante todo el año con
este requisito. Tanto el pluvial de Constitución,
como los arroyos Las Chacras y El Barco, son los
que sobrepasan este nivel de manera más
preocupante, ya que lo superan en más del 83%
de los casos. Los arroyos suburbanos (La Tapera
y Corrientes) que desembocan en playas de
importancia turística, se convierten en fuentes
peligrosas en relación con el aporte de CTt,
especialmente en verano. A esto se suman los
arroyos rurales de mayor caudal, que también
incrementan su carga bacteriana hacia el
verano, de forma gradual, y a veces son
utilizados por los niños con fines recreativos.
Conclusiones
• Se observó un incremento progresivo de la
contaminación fecal desde las playas del sur
(Punta Cantera) hacia las del norte (Violeta),
que no se relacionan significativamente con los
parámetros físico-químicos evaluados. Este
fenómeno se encuentra asociado a la presencia
de descargas pluviales y/o cloacales en la zona
de influencia, por ello, se destaca la necesidad
de evitar la construcción de espigones que
impiden la renovación y circulación del agua. En
las conclusiones de su trabajo, el INCYTH [20]
alertaba sobre el deterioro de la calidad
bacteriológica costera influenciada por las
distintas descargas existentes (cloacales,
pluviales), ya que en casi todas ellas había
aportes clandestinos, cloacales e industriales.
Además, mencionaban que la zona céntrica de la
ciudad (Punta Iglesia), estaba influenciada por
los líquidos “teóricamente” de origen pluvial, y
su efecto era mucho más importante que la
descarga cloacal propiamente dicha. Como es
evidente, el control y regulación de vertidos en
arroyos y desagües pluviales que se hicieron en
su momento, no lograron los objetivos
deseados. Las condiciones bacteriológicas de
estos mismos desagües observadas durante los
años de nuestro estudio (1997-2001), siguen
presentando las mismas características. Esto
hace pensar, que tal vez, los sistemas de control
de vertidos industriales no funcionen
debidamente y que las industrias aún sigan
conectadas a los sistemas pluviales más
importantes de la ciudad, especialmente en el
caso de las industrias pesqueras.
• Las variaciones diarias de CT y CTt
encontradas en aguas de uso recreacional en
época estival pueden ser asociadas directamente
al número de bañistas, incrementándose
especialmente durante los fines de semana,
momento en el cual la concurrencia de los
mismos es mayor. Esto sumado a que, un
elevado porcentaje (> 90%) de los coliformes
encontrados en las playas, es de origen fecal,
incrementa el riesgo de contraer enfermedades,
especialmente aquellas de tipo gastroentérico.
• La abundancia de E. coli en el medio acuático
está controlada por factores físicos, químicos y
hasta de competencia con otros géneros de la
misma Familia.
• Sólo las playas ubicadas al sur del Torreón
(playa Varese hacia el sur) pueden considerarse
aptas para contacto primario, de acuerdo a los
criterios de la OMS. La playa Las Toscas
(céntrica) no cumple las exigencias de
balneabilidad establecidas por la USEPA, ya que
supera los 200 CTt/100 ml durante enero y
febrero. Por ello, es necesario implementar y
aplicar normativas regionales que establezcan
criterios bacterianos, acordes a las condiciones
bacteriológicas y epidemiológicas de las playas
marplatenses, para disminuir los riesgos
sanitarios.
La persistencia de elevados recuentos
bacterianos en los vertidos costeros desde
estudios realizados en 1977 [20] hasta la
actualidad demuestra la persistencia de la
problemática de la conexión de desagües
cloacales a la red colectora pluvial. Por ello, se
recomienda la aplicación y el control de la
reglamentación vigente para vertidos
industriales, pluviales y de los arroyos que
atraviesan zonas pobladas, en especial de
aquellos que vierten en zonas cercanas a áreas
de uso recreacional. La ciudad de Mar del Plata
se enfrenta a una problemática ambiental de
elevado riesgo económico y sanitario. Deberá
comenzar a remediar esta situación antes que
sea demasiado tarde y las zonas de uso
recreacional se conviertan en ambientes
clausurados por la elevada contaminación.
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