| Lo afirmaron desde la ONG BIOS. La entidad ecologista participó este martes en la sede de SENASA de Mar del Plata de una reunión entre el Municipio (áreas de Salud, Bromatología, Ambiente y Producción), Ministerio de Asuntos Agrarios y directivos y técnicos de SENASA. El tema convocante fue el caso de los residuos de plaguicidas en las verduras de consumo en el distrito.
El encuentro, que se desarrolló por más de dos horas, consistió en la exposición de roles, deudas pendientes y acciones realizadas sobre el punto por parte de cada una de las áreas de gobierno, así como expresiones de deseos y propuestas.
Se expuso acerca de las diferentes responsabilidades que debieran tener en el caso el Colegio de Ingenieros, los productores frutihortícolas, los propietarios o administradores de los mercados, los vendedores al menudeo, los ingenieros agrónomos responsables de las recetas agronómicas, los vendedores de productos fitosanitarios. En cada uno de los eslabones de esta cadena se hallaron puntos ciegos, sin control, o francamente incumplimientos y violaciones a las disposiciones vigentes.
Algunos de los temas que planteó la ONG BIOS fueron:
- La necesidad de ajustar a nivel nacional los límites máximos permitidos de residuos de plaguicidas en vegetales de consumo, dado que se trata de límites que para las últimas investigaciones resultan insuficientes o perimidos.
- La urgencia de agregar a los controles una cabal medición de organoclorados, con aparatología calibrada de modo más exhaustivo, (el de SENASA tiene una calibración enormemente más permisiva que la del Laboratorio de la UNMdP) habida cuenta de la propiedad acumulativa de estas sustancias, y la microdosis diaria que implica su ingesta.
- La posible adulteración de las etiquetas que el RENSPA aspira poner en los cajones de verduras al menudeo, con el objetivo de asegurar la trazabilidad (que se trate de una verdura proveniente de un establecimiento habilitado, con agrónomo contratado, y controles frecuentes)
- La necesidad urgente de creación en conjunto con el INE (Instituto Nacional de Epidemiología) de un sistema de EPIDEMIOLOGÍA de los efectos a la salud de exposición, manipuleo o ingesta de agroquímicos. Los profesionales de la medicina vinculan, por ejemplo, casos eruptivos más con un cambio de desodorante que con vivir frente a un cultivo fumigado. No hay adiestramiento médico en la identificación de los casos. BIOS insiste en que es vital avanzar en este punto.
- El arq. Guillermo Bengoa, de BIOS aportó que es más acertado premiar por el uso adecuado y por la tendencia a la agroecología, que estar cazando infractores. Es una decisión política, que el ejecutivo municipal decida facilitar al productor orgánico su tarea.
En relación a la franja de fumigación prohibida, aprobada por ordenanza, el área de ambiente planteó "la imposibilidad de su reglamentación, alegando que el código de ordenamiento territorial no era apropiado para tal cosa".
Por su parte, Producción agregó que “los productores reclamarían por seguir con las prácticas contaminantes”.
Algunos de los temas que planteó la ONG BIOS en este sentido, fueron “así como la denuncia penal movilizó de tal modo a los actores en este punto, la ordenanza fue un acto formal para que suceda lo mismo y se discuta la inconveniencia de las fumigaciones periurbanas, que estaba invisibilizado como problema”.
El Arq. Bengoa de BIOS explicó que” el actual código de ordenamiento territorial está perimido pues existe desde hace muchos años en una ciudad que creció desmedidamente, y que es tarea urgente realizar las modificaciones necesarias para no solamente poder reglamentar esta ordenanza u otra superadora, sino para ajustarlo a la realidad”.
Desde el área de Producción se sostuvo que “el glifosato era, después de todo, inocuo”.
BIOS consideró que “es una postura perimida, a la luz de los últimos dos años de investigaciones independientes”.
Además, desde la entidad ecologista señalaron que “con cautela, debido a que en ocasiones anteriores hemos presenciado el inicio de buenas iniciativas que luego se disolvieron en el aire, BIOS espera que los compromisos del gobierno municipal, SENASA y Ministerio de Asuntos Agrarios de avanzar en diferentes abordajes de esta cadena de actores que están haciendo las cosas mal, sea productiva”.
También, BIOS recordó “la creación del Consejo Asesor de Medio Ambiente, (el Secretario de Salud desconocía su breve existencia) y su posterior desaparición. También recordamos las solicitudes a OSSE para que nos facilite un mapeo de la potabilidad del agua del distrito, que jamás nos entregaron. Las experiencias anteriores nos obligan a permanecer en una situación de cautela”.
Además, desde la ONG se subrayó en un comunicado de prensa que “Esperamos en breve noticias y acciones concretas para resolver estos temas. Es positivo que el gobierno municipal haya asumido las responsabilidades del caso, sin buscar dar justificativos en modo alguno al problema. Es positivo que SENASA se haya mostrado abierto a las ideas y propuestas que pudiesen poner en caja este serio problema”.
“Como humanidad ha llegado el momento en el cual no podemos seguir desconociendo que se trata de un caso de salud pública urgente, que estalla en cada equina de la periurbe, y en cada plato de verduras en nuestra mesa. Continuar priorizando el lucro de una producción agropecuaria insustentable por encima de la salud de miles de personas, no creemos que sea el camino acertado. Se necesitan, y lo dijimos, claras y fuertes decisiones políticas que muestren que al fin la salud y la vida han quedado como prioridades insoslayables que atender”, finaliza el texto.
FUENTE: 0223.COM.AR |