EN VERANO SE INCREMENTA EL RIESGO DE SINDROME UREMICO HEMOLITICO Un privilegio triste y "bien argentino

ADVERTENCIA . No nadar en aguas contaminadas. Para prevenir el síndrome urémico hemolítico aconsejan extremar la higiene con los alimentos y el agua, especialmente en los niños. Descripta por primera vez en la Argentina, esta enfermedad infecciosa cobra 460 nuevos casos cada año en el país entre los menores de 5 años.

Descripto en la Argentina, por el célebre pediatra Carlos Giannantonio, el síndrome urémico hemolítico (SUH) es, probablemente, una de las afecciones de los niños más temidas por los padres.      Pero es, a la vez, una de las afecciones en las que sencillas medidas de higiene a tomar por los padres permiten prevenir el contagio de una grave infección que suele diagnosticarse en niños menores de 5 años.      En la enorme mayoría de los casos, el síndrome urémico hemolítico se desarrolla a partir de la infección causada por la bacteria Escherichia coli, presente en la carne de vaca mal cocida, la leche no pasteurizada y sus derivados (manteca, crema, quesos, yogurt) y en el agua.      "Al comer estos alimentos o tomar o nadar en aguas contaminadas, la bacteria ingresa al organismo y se produce la enfermedad", sostuvo el doctor Jorge Fiorentino, jefe de Emergencias del Hospital de Niños "Ricardo Gutiérrez" de la ciudad de Buenos Aires.      Si bien el número de casos de síndrome urémico hemolítico que se diagnostica cada año en la Argentina es estable (ronda los 460 por año), es en los meses de verano que se produce la mayoría de ellos.      "Esto se debe a que durante el verano los cuidados con los alimentos son menores; tanto es así que esta es la época de más casos de diarreas asociadas a intoxicaciones alimentarias", comentó la doctora Graciela Vallejo, jefa de Nefrología del citado hospital. Los síntomas      El comienzo de la enfermedad se caracteriza, justamente, por diarreas con sangre, que duran entre 3 y 5 días. Luego disminuye la cantidad de orina y aparece una palidez marcada. Es frecuente que los niños estén decaídos o irritables, agregó el doctor Florentino, quien aconsejó que ante estos síntomas hay que consultar al pediatra, ya que muchos pueden tener anemia aguda grave y necesitan transfusiones, o pueden tener afecta la función de los riñones y necesitar diálisis, lo cual implica un costoso tratamiento de por vida.      "El 10% de los pacientes llega a un estadio de insuficiencia renal crónica", advirtió la doctora Vallejo. Cuidado en las piletas      Si bien el síndrome urémico hemolítico suele asociarse con alimentos contaminados (de hecho, ésta es su principal fuente de contagio), el agua contaminada también puede ser vehículo de la bacteria que causa esta enfermedad.      Y no sólo de trata del agua que se bebe. En la literatura científica han sido registrados un puñado de casos de contagio a través del agua de las piletas, lo que llama la atención sobre la necesidad de que se garantice el adecuado tratamiento del agua de los natatorios.      "Los niños que usan pañales no deberían bañarse en piletas, ya que no hay sustancia desinfectante que actúe si en el agua hay materia fecal contaminada en el agua", advirtió la doctora Vallejo.      Por otro lado, es importante que los padres no manden a sus hijos a las piletas o la colonia cuando están enfermos, ya que, de lo contrario, éstas se convierten en un lugar de contagio de enfermedades como la conjuntivitis, la meningitis o el síndrome urémico hemolítico. Medidas de prevención      Las medidas de prevención del síndrome urémico hemolítico son:      * Cocinar muy bien la carne, sobre todo la carne picada. Es importante que no quede ninguna parte jugosa.      * Tener cuidado al manejar la carne cruda, para evitar que se contaminen otros alimentos. No usar la misma tabla de picar que estuvo en contacto con carne cruda para cortar verduras y otros alimentos.      * No usar los mismos utensilios con que se corta la carne cruda para cortar otros alimentos. Lavarse bien las manos con agua y jabón antes de cocinar.      * Lavar cuidadosamente frutas y verduras. Lavarse las manos con agua y jabón luego de ir al baño o después de cambiar pañales.      * No consumir jugos de frutas, leche o sus derivados que no hayan sido pasteurizados.      * Consumir agua potable, y en caso de duda, hervirla antes de tomarla.      * No nadar en aguas contaminadas.      * Los niños que usan pañales no deberían bañarse en piletas: no hay desinfectantes que actúe si en el agua hay materia fecal contaminada. Opinión Lo más importante, la prevención      La incidencia de síndrome urémico hemolítico (SUH) en la Argentina es la más alta del mundo: 15 casos cada 100.000 niños menores de 5 años, 503 casos nuevos en el año 2007.      Es la causa más frecuente de insuficiencia renal aguda del lactante y la segunda causa de insuficiencia renal crónica terminal, es decir de niños y adolescentes en diálisis esperando un trasplante.      En Bahía Blanca entre enero de 1988 y enero 2009 atendimos 397 pacientes con SUH; en promedio, 19 casos por año. Aproximadamente la mitad de los pacientes requirió diálisis en la etapa aguda de la enfermedad y 12 niños (3%) fallecieron por severo compromiso del sistema nervioso central y/o colitis isquémica.      El porcentaje de varones afectados fue igual al de mujeres, la edad promedio fue 24 meses con un rango muy amplio (2 meses a 14 años).      Si bien la mayoría de los pacientes se recuperan de la etapa aguda, aproximadamente la mitad de los pacientes quedan con secuelas a largo plazo.      Las secuelas son mayores en los que requieren más días de diálisis. Todos los pacientes, independientemente de la gravedad de la etapa aguda, deben controlarse hasta la adolescencia.      La Escherichia Coli productora de toxina shiga es la responsable de la mayoría de los casos en nuestro país.      El reservorio de la bacteria es el intestino del ganado vacuno. En el 44% de las vacas y 24% de los terneros sanos que van al matadero en la Argentina, se detectó EColi productora de toxina en materia fecal.      Se contamina la carne en el momento del faenamiento del animal y procesamiento de la misma, y la bacteria se pega a su superficie.      La bacteria muere si durante la cocción llega a más de 70º C. Si la carne vacuna es insuficientemente cocida la bacteria no muere, pudiendo producir la enfermedad.      Al moler la carne para preparar, por ejemplo, hamburguesas, la bacteria es introducida en el interior, siendo más fácil que persista viva. También puede adquirirse la enfermedad a través de leche, queso, mayonesa, jugos de fruta no pasteurizados. Ha habido casos por bañarse en aguas contaminadas con materia fecal de ganado y también por contacto con una persona enferma.      La carne cruda puede contaminar cualquier alimento o utensilio de cocina. La persona expuesta al alimento contaminado puede no enfermar, que es lo que ocurre en la mayoría de los casos, tener solamente una diarrea acuosa, diarrea con moco y sangre sin otros síntomas o desarrollar el SUH.      El 5% de los expuestos desarrollan la enfermedad. No hay tratamiento curativo, ni existen vacunas, por lo tanto lo más importante es la prevención. Doctora Laura Alconcher